Daniel Lainez
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE
HONDURAS
FACULTAD DE LETRAS Y ARTES
LITERATURA OPTATIVA
LITERATO DANIEL LAÍNEZ
SONETOS; A LOS PIES DE AFRODITA
DOCENTE; SUE ADRIANA LAÍNEZ CASTRO
RUDBEL JOSÉ BARAHONA MUÑOZ
20141900427
SECCIÓN; 10:00
18 DE AGOSTO DEL AÑO 2019
TEGUCIGALPA MDC, FRANCISCO MORAZAN
INTRODUCCIÓN
En esta corto escrito pero de relevancia importante conocemos a uno de
los grandes autores hondureños del siglo pasado; hablamos del literato Daniel
Laínez, nacido en Tegucigalpa en el año de 1908 un 10 de abril y falleció en el
mismo lugar en 1959, pues en este trabajo se aborda una pequeña biografía de su
vida y de manera genérica las obras que escribió.
Aunado a todo lo anterior tratamos de manera específica una de sus obras
llamada a los pies de afrodita; la cual
versa de una colección de sonetos todos tratan de las pasiones que despierta en
sentimentalismo. Por el constante matiz que se encuentra en los sonetos parece
ser que el autor los dirige a una mujer en particular.
Dicho esto y sin más que agregar nos adentramos en el bello mundo de la
elevada y sofisticada composición poética de nuestro literato y poeta Daniel
Laínez.
1.
BREVE BIOGRAFÍA
DE DANIEL LAÍNEZ
Daniel
Laínez nació en Tegucigalpa en el año de 1908 y murió en el año de 1959, fue
escritor, poeta, narrador y se dice que también incursiono en la dramaturgia,
laboro para dos grandes revistas de Tegucigalpa, en el año de 1956 le fue
otorgado por el congreso nacional de la república con el premio nacional de
literatura; Ramón Rosa.
Por otra parte fue considerado uno de los sobresalientes miembros del
denominado grupo de los 35; grupo compuestos por literatos de alta categoría,
en el estaban poetas como Froylan Turcios., y sus obras estaban llenas de pasiones
y sentimentalismos, poemas para niños, a las madres, habían un gran interés en
escribir en cuentos, novelas e historias.
Laínez quienes sus temáticas principales fueron cuentos, poemas y
sonetos se demarco por ser de corte tradicional, utilizaba el elemento
costumbrista y recogía caracteres populares y de la lingüística hondureña que
luego imprimía en sus obras.
Por otra parte escribió grandes
obras como las siguientes; Voces
íntimas (1935) Cristales de Bohemia (1937).A los pies de Afrodita (1939).Islas
de pájaros (1940) Rimas de humos y viento (1945) Misas rojas (1946).Poesía
varias (1946) Antología poética (1959) Poemas regionales (1955) Al calor del
fogón (1955) Poemario (1956) Sendas de sol (1956) Poemas para niños
(1972)Timoteo se divierte (1946)Un hombre de influencia (1956)Estampas locales
(1946)Manicomio (editado por la UNAH en 1980).
1. SONETOS
A LOS PIES DE AFRODITA
1.1 BREVIARIO
SENTIMENTAL A LOS PIES DE AFRODITA
1.2 La
confesión
“Charlábamos tú y yo en los corredores del solitario
caserón paterno; habíase extinguido el
rudo invierno y era el tiempo prociclo de las flores.
De pronto esos tus ojos soñadores, me vieron fijos con mirar tan tierno
que, sintiéndome ahogar de un mal interno, te hice la confesión de mis amores.
Temblaste de emoción y en raudo vuelo, clavaste las pupilas en el cielo,
como quien muda una palabra invoca.
Sonó del ángelus en la blanca ermita, y siendo presa de una fe infinita,
lance un suspiro y te bese en la boca.”[1]
1.3 La
cita
“Ya de
novios los dos nos dimos cita en el sombrío caserón vetusto, en donde franco te narre con gusto, la intensidad
profunda de mi cuita.
Y allí dejamos una frase escrita, en la suave corteza
de un arbusto; compromiso de amor que era muy justo, hubiéramos llevado hasta
la ermita.
Con la tarde emprendimos el retorno; todo era fiesta y
esplendor en torno, de confidencias hubo un gran derroche.
Y por la
zigzagueante carretera, anonadados de emoción sincera, andando juntos
nos halló la noche.”[2]
1.4 Bogando
“Era un suave
atardecer de estío; como por sobre el lomo de una boa, deslizabase lenta la canoa, en la indolente impavidez del rio.
En el agua con su suave murmurio
elevaba a los cielos una loa, cuando de pronto se encalló la proa, en un recodo
sombrío y pérfido.
Fueron horas de duda y sufrimiento,
la luna como lámpara de argento, hizo la noche cálida y serena.
Un faro -dije- nos depara del cielo… y en un rapto de amor y
de consuelo volcamos en el agua nuestras penas.”[1]
2.5 EN EL PARQUE
“La tarde agonizaba azul y quieta; guiados de una pasión caballeresca,
hablamos de una corte versallesca, del divino Romeo y de Julieta.
Y en un fresco rincón de la
glorieta, si verte tan locuaz y picaresca, volqué en la copa, de tu boca fresca, mis ansias infinitas
de poeta.
Fuimos presas de gran sacudimiento y
abrasados del mismo sentimiento, quedamos como en éxtasis profundo.
La banal pequeñez quedo abolida,
cuando de pronto nos volvió a la vida, el canto de un pájaro errabundo.”[2]
1.1 CUANDO
CRUZÁBAMOS JUNTOS
“Cuando cruzamos juntos por la alfombra de la verde y
prolífica llanura, siempre noto con férvida ternura, que soy la sombra misma de
tu sombra.
Tu noble amor con su poder me asombra; mi boca da
pasión se transfigura, sintiendo un dejo de inmortal dulzura, cuando en mi
triste soledad te nombra.
Yo te siento
correr entre mis venas, como un raudo torrente de armonía, ungiendo con
su música mis penas.”[3]
Y tú has seguido con valor mis pasos; si mis triunfos de embriagan de
alegría, yo te he visto llorar en mis fracasos.
BIBLIOGRAFÍA
Láinez
Daniel. A los pies de afrodita. Breviario romántico. Sonetos. Páginas 11, 12,
13, 14, 15, 16, 17, 18, 19,20.
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